El preámbulo de la libertad

 En el preámbulo de mi onomástico siempre pasa lo mismo, mi alma pesa más, mis pasos se vuelven lentos, mi corazón llora y grita a montones ... Supongo que me estoy vaciando, preparándome para dejar atrás el no. 37 y recorrer con toda la energía el 38...

Cuento con lo más difícil de tener a mi lado, amor, amor filial, de madre, de hijo, de gente valiosa que toma mi mano y no me deja desistir y sobre todo amor propio.

Me ha costado muchos golpes aceptar el mundo con sus claroscuros pues mi corazón utópico lucha por la equidad, justicia y equilibrio. 

Pero mi mejor regalo para esta nueva vuelta al sol, es haber aprendido a soltar...soltar y soltar lo que no suma, ya no importa si el para siempre, el nunca jamás o el te prometo se rompe... viviré el hoy, con la fuerza de mi trabajo, la alegría de los pequeños detalles y perdonando a los imbéciles que sigan cruzando en mi camino...

Porfavor energía, permite que este dolor que hoy se transforma en libertad sea comienzo de una transformación que ayude a brillar a mi entorno, a mi familia y a quienes me aman y así logré ser un poco de felicidad y alegría que ellos necesitan.

Así sea!